Cada 1 de agosto celebramos la fiesta de nuestro fundador, san Alfonso María de Ligorio. Una gran figura de la Iglesia del siglo XVIII y aún para nuestros días. Doctor de la Iglesia por sus escritos espirituales y por su Teología Moral alejada del rigorismo de la época y centrada en ofrecer a todos la redención de Jesús desde una propuesta pastoral de la benignidad.