El grupo de jóvenes que realizó este verano el Camino de Santiago nos ha dirigido unas líneas para explicarnos cómo les ha impactado la experiencia, en las que destacan que han descubierto que pueden superar sus límites, ayudar a los demás y a la vez hacer «un camino interior» para acercarse a Dios.
El camino nos ha permitido darnos cuenta de que podemos conseguir todo lo que nos propongamos. Ha sido una forma de acercarnos más a los demás, de reflexionar acerca de nosotros mismos y ver cómo somos realmente, descubriendo nuestros límites.
Nos ha demostrado que hasta el más mínimo gesto que puedas hacer por alguien puede significar mucho para él/ella y marcar la diferencia.
Para nosotros también ha sido un camino interior que, aparte de permitir que nos descubramos personalmente, nos ha permitido acercarnos más a Dios y en algunos casos reencontrarnos con él. Por eso lo vemos como una unidad de personas creyentes, como nosotros.