Ni la lluvia pudo con las ganas que tenía toda la comunidad parroquial de ver a su titular en la calle. San Gerardo y María del Perpetuo Socorro se mojaron, literalmente, por salir de las puertas del templo y presentarse ante sus vecinos, en un emocionante colofón al fin de semana del Triduo.
Un fin de semana de celebración y oración en torno al titular de nuestra parroquia en el que hubo tiempo para todo: comenzando por partir y compartir el pan de San Gerardo en la celebración del viernes, el símbolo de un santo sencillo, cercano a los pobres, como recordó el padre Alberto Eseverri. Un misionero de salud frágil pero ánimo férreo en hacer en su vida la voluntad de Dios, como tenía escrito en la pared de su habitación. En ella también se bendijeron las capillas domiciliarias del Perpetuo Socorro, que irán recorriendo las casas durante todo el curso.
En la celebración de sábado, con la animación musical de la Coral Materdomini, se recordó la faceta de San Gerardo como patrón de las madres embarazadas, los niños pequeños y los que hacen su Primera Comunión, además de ahondar en la figura del santo italiano de la mano del padre Alfonso Sánchez.
Y el domingo llegamos al culmen de la fiesta, con una celebración centrada en el carácter misionero de San Gerardo y en nuestro compromiso como cristianos, de la mano del provincial redentorista Francisco Javier Caballero. Fue una ceremonia llena de simbolismo, color y música, gracias a la suma de todos los coros parroquiales, con una gran participación.
Pese a que la lluvia hizo acto de presencia justo en la parte final de la celebración, nuestros costaleros y costaleras no tuvieron reparos en sacar a San Gerardo y María a la calle pese a la manta de agua que caía en ese mismo momento. Así, nuestro santo y nuestra madre salieron del templo, recibidos por el emocionante sonido de la banda de música ‘Tres Caídas’ de Madrid, saludaron a los vecinos congregados en la calle Maqueda, y retornaron entre aplausos a la parroquia, donde se cerró la jornada con un picoteo fraterno.
Emoción, silencio, respeto y adoración. Así se manifestaron los feligreses de San Gerardo con su patrón y nuestra Virgen del Perepetuo Socorro