Durante el fin de semana del 19 al 21 de octubre, tuvo lugar en nuestra Parroquia de San Gerardo el triduo en honor a San Gerardo, patrón de nuestra Parroquia. Si bien la festividad de este santo redentorista se celebra propiamente el 16 de octubre, la decisión de trasladarlo a este fin de semana, en lugar del anterior (puente del Pilar) buscaba una mayor participación de toda la comunidad, objetivo que, sin duda alguna, se vio alcanzado, pues muchos fueron los fieles que acudieron a las celebraciones y festejos que se desarrollaron durante estos días.
El viernes comenzamos nuestro triduo con la Eucaristía, predicada por Benigno, en el que se nos invitó a ser más solidarios y a pensar en los demás (especialmente en los necesitados) como lo hiciera san Gerardo. Así pues, durante el momento del ofertorio, se puso de manifiesto la conciencia social de los miembros de la comunidad parroquial que depositaron alimentos traídos de sus casas para entregárselos a Caritas. Al final de la celebración, se bendijo el pan de San Gerardo para que cada cual se lo llevara a su casa.
El sábado, la Eucaristía fue predicada por Enrique, quien nos animó a vivir una vida de santidad al estilo de san Gerardo, desde el amor, el servicio y la caridad fraterna. Al final de ésta, se invitó a todos los bautizados durante el año, a los recién nacidos y a las madres gestantes a acercarse al altar para recibir la bendición del santo. Tras la celebración, se tuvo un momento de comunidad en el que todos los asistentes disfrutaron de una chocolatada y de la tradicional rifa de diversos productos.
Ser misioneros en el mundo como San Gerardo
El domingo, los más pequeños de la comunidad se divirtieron participando de varios juegos, preparados por los catequistas de la parroquia, a través de los cuales conocieron mejor la figura de San Gerardo. A continuación, se pudo compartir con los fieles de la parroquia una paella y un agradable momento de fraternidad.
La Eucaristía final, coincidente con la celebración del Domund, fue predicada por el párroco, Juan Carlos, quien encendió el celo misionero de los asistentes para llevar la Buena Noticia del Evangelio al mundo del mismo modo que hizo San Gerardo. Como conclusión, se hizo entrega de las Capillas domiciliarias del Perpetuo Socorro, así como se procedió al envío de los agentes de pastoral de nuestra parroquia, como representantes de todos los grupos que la forman.
Definitivamente, han sido unos días llenos de alegría y fe. La comunidad de misioneros redentoristas, así como la parroquia entera, está contenta por la grata participación de tanta gente (desde los más jóvenes a los más ancianos), el clima fraterno en el que se desenvolvió todo, así como por el trabajo de tantas personas desinteresadas que hicieron todo posible.
Que San Gerardo siga intercediendo por todos nosotros y continúe siendo modelo de entrega a Dios y a los hermanos. Y que no nos falte nunca la felicidad de sabernos comunidad.