Miguel Pérez Montes

Después de unos años marcados por la incertidumbre y la distancia, la Parroquia de San Gerardo volvió a celebrar la vida el pasado 24 de junio con la Jarana celebrada en torno a la Virgen del Perpetuo Socorro. Grupos de todas las edades, niños y adultos… Se unieron para celebrar el ejemplo de entrega y de Amor de nuestra Madre a través de un programa completo de actividades que sirvió para dar gracias por un curso pastoral que hoy terminamos.

El padre Benigno inauguró esta fiesta con el pregón que escucharon las 300 personas que quisieron disfrutar de esta celebración. Todos ellos pudieran degustar las delicias que prepararon las diferentes casetas a cargo de algunos grupos de la parroquia: Pastoral Infantil, Pastoral Familiar, Cáritas, Despertar Religioso, Biblia, Servicio…. ¡Todo estaba buenísimo!  Y, para que no decayera el ánimo, los niños pudieron disfrutar de un espectáculo de magia y de un taller de pintacaras mientras los mayores disfrutaban de un rico café y unas partidas de bingo.

Como este era un día para celebrar, la comunidad entera se congregó para dar gracias por la vida del padre Benigno, que comenzará una nueva misión a partir del mes de julio en la comunidad redentorista de Astorga. Los feligreses quisieron acompañarle en la eucaristía en la que se hizo un repaso de su trayectoria en San Gerardo y de todo lo que hemos podido recoger gracias a su servicio, sus cuentos, sus ejemplos… Gracias, Benigno, porque hoy la parroquia es como la conocemos, en gran parte, por ti.

Para terminar este gran festejo, pudimos cenar unas ricas hamburguesas mientras sonaban temas conocidos de ayer y de hoy en la verbena que se vivió en el patio de la parroquia. Y, para los menos cansados, Jarana se dilató hasta altas horas de la madrugada en la sala del Padre Javier con nuestra particular discoteca. Todo para celebrar, con gozo, que la Madre del Perpetuo Socorro lleva más de 50 años protegiéndonos y sosteniéndonos como a Dios hecho niño en el icono que tantos hemos mirado tantas veces. Que esta Jarana sea la primera de muchas y que tú, Madre, nos protejas en cualquier situación que nos ponga la vida.

Madre del Perpetuo Socorro, ruega por nosotros.

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